Horas después de la detención de la Flotilla internacional que, con Greta Thunberg a bordo, intentaba llegar a la Franja de Gaza con ayuda humanitaria, el Gobierno israelí defendió su bloqueo militar. Dijo que es «legítimo» dado que «protege a Israel y a todo el mundo libre de los terroristas de Hamas y de todos aquellos que lo respaldan».
También destacó el trabajo de la cuestionada empresa estadounidense a la que le dio el monopolio de la distribución de comida dentro de la Franja de Gaza, la Fundación Humanitaria para Gaza, la cual ya provocó más de 60 muertes de civiles. Para Israel, el caos, la violencia y los muertos y heridos de las dos últimas semanas representan un «reparto organizado» de la ayuda.
El vocero de la oficina del primer ministro de Israel, David Mencer, informó en una conferencia de prensa que en total son 1.200 los camiones que ingresaron en el territorio palestino ocupado durante las últimas dos semanas, lo que supone la distribución de 11 millones de cajas de comida de forma «directa» a los gazatíes, sin que «caigan en manos de Hamas». «Esto es gracias a la intervención de la fundación», sostuvo pese a que la ONU y todas las organizaciones humanitarias presentes en la zona han denunciado a la supuesta fundación estadounidense como una táctica israelí para convertir a la comida y la ayuda humanitaria en una nueva arma contra los palestinos.
Con información de EuropaPress
ElDestape