El juzgado federal con alcance electoral de la provincia de Buenos Aires confirmó lo actuado por la Junta Electoral de la UCR bonaerense que había determinado el triunfo de la lista Unidad Radical, encabezada por el ex intendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández.
Fernández fue el representante político de la alianza que tenía al actual presidente partidario y senador nacional, Maximiliano Abad, como máximo referente. El marplatense había mantenido su alianza con Daniel Salvador, ex vicegobernador y había incorporado a su archirrival Gustavo Posse a su frente electoral, de ahí el nombre de la lista, Unidad Radical.
Por su parte Martín Lousteau y Emiliano Yacobitti, representantes de Evolución, apoyaron a Pablo Dominichini y Fernando Pérez como máximos referentes bonaerenses. A ellos los apoyaba Facundo Manes y el actual presidente del bloque parlamentario Democracia por Siempre, Pablo Juliano.
Facundo Manes había apoyado a Abad en 2021 y juntos hicieron una gran elección PASO contra el PRO pero luego de esa instancia la relación entre ambos se deterioró a tal punto que hoy no se hablan. Mientras que Posse pasó de ser aliado de Lousteau a acompañar al actual senador nacional por la Provincia de Buenos Aires.
Y fue un aliado de Posse el que ayudó al triunfo de Fernández. Walter Carusso, con la diferencia que logró en General San Martín y Tigre compensó la pálida elección del exintendente en San Isidro, donde pareció que no quiso mover demasiado.
La elección desarrollada el mes pasado terminó en un escándalo por demás anunciado. El fraude experimentado en General San Martín, Tigre, por los ganadores, y Quilmes, Ezeiza y La Matanza, por los perdedores, fue asombroso.
El juzgado federal que conduce Alejo Ramos Padilla no hizo lugar al pedido de nulidad sobre la resolución de la Junta Electoral partidaria realizado por la lista derrotada y apoyó lo actuado por la Junta, que increíblemente no detectó fraude en San Martín y Tigre, habiendo en estos distritos, conducidos por Carusso, el doble de votos que en localidades de fuertes antecedentes radicales como San Isidro y Vicente López.
Padilla sí entendió las denuncias de los ganadores con respecto de lo sucedido en Quilmes, donde Futuro Radical colocó 8000 votos, algo increíble y fuera de la media de toda la provincia, inclusive las dudosas de San Martín, Tigre y las también impugnadas mesas de La Matanza y Ezeiza, donde también triunfó Dominichini.
Al igual de lo que sucede en el justicialismo con la decisión de Cristina Fernández de Kirchner, la importancia de manejar el partido reside en que es el autorizado a fijar las políticas de alianzas y la aprobación del diseño electoral. Como es sabido, la dupla Lousteau – Manes está decidido a enfrentar al Gobierno de Javier Milei y escindirse de lo poco que queda de Juntos por el Cambio mientras que Abad no definirá nada sin observar cómo se desarrollan las demás variantes partidarias. «Es innecesario definirse y haremos lo que los afiliados nos digan. No es difícil advertir qué quieren. Lo hicimos antes y lo haremos en el futuro», dijo una fuente cercana al legislador.
Las autoridades de Futuro Radical dejaron trascender que no apelarán la resolución del juez electoral, aunque no haya sido lo que pretendía. «La realidad indica que fue un empate técnico de sólo una línea contra todo el partido. Empatamos en la cantidad de miembros de la Convención Nacional y Provincial y solo quedamos cuatro votos abajo en el Comité Provincial», analizaron cerca de Federico Storani, representante de la Convergencia Radical, aliada a Lousteau y Manes.
MDZ
