Javier Milei hizo su carrera profesional como economista. Desembarcó en los medios y en el terreno electoral en ese rol, sumando el carácter disruptivo de un libertario que venía a demoler la estructura de un Estado ineficiente y corrupto que sumió a la Argentina en décadas de estancamiento. Los números cantan: aunque el kirchnerismo quisiera proclamar lo contrario, la economía del país se estancó en los últimos 15 años. No hay número que demuestre lo contrario. En ese escenario de inflación descontrolada, al límite de la hiper, con emisión y gasto público delirante para financiar una peligrosa decadencia en medio de un proceso electoral, aparece el fenómeno Milei como una ruptura del sistema que parecía imposible de llevar adelante.

MDZ