«Schiaretti fue siempre macrista y Llaryora apoyó todas las medidas de Milei«. El senador nacional por Unión por la Patria, Oscar Parrilli, lanzó duras críticas contra los principales referentes del peronismo cordobés por su falta de pronunciamiento ante la condena judicial a Cristina Fernández de Kirchner.

En una entrevista en el programa Última Pregunta de Radio Continental Córdoba, el legislador kirchnerista consideró que el silencio de ambos dirigentes revela su verdadera posición política y no dudó en cuestionar la pertenencia de ambos dirigentes al espacio peronista nacional.

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«Con el silencio por la condena de Cristina están diciendo todo«, sentenció Parrilli cuando fue consultado sobre la ausencia de declaraciones de estas figuras cordobesas ante lo que considera una «proscripción» de la expresidenta.

El senador no ocultó su desconfianza hacia los dirigentes de Hacemos Unidos por Córdoba, la variante local del peronismo que gobierna la provincia desde más de dos décadas. Ante la pregunta sobre si esperaba algún tipo de apoyo de parte de Schiaretti y Llaryora, Parrilli fue categórico: «La verdad que no esperaba nada de ellos«.

Pese a las críticas hacia Schiaretti y Llaryora, Parrilli aclaró que existen «muchísimos dirigentes peronistas que incluso votaron, apoyaron y formaron parte o forman parte del partido peronista en la provincia de Córdoba, que están absolutamente en desacuerdo con la actitud de estos dirigentes».

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Consultado sobre si las puertas del peronismo están cerradas para Schiaretti y Llaryora, Parrilli adoptó una postura más moderada: «No soy dueño de las puertas del peronismo. El que se va sin que lo echen, vuelve sin que lo llamen, de manera que no sé lo que puede pasar en el futuro».

Para el legislador por Neuquén en la cámara alta, el silencio de ambos dirigentes cordobeses no es casual, sino que «significa un compromiso con lo que está pasando». Esta interpretación se enmarca en el análisis que hace Parrilli sobre la condena a Cristina Kirchner, a la que considera parte de una estrategia para proscribir a la principal figura de la oposición.

El senador estableció un paralelismo histórico entre la situación actual y otros momentos de la política argentina: «Ya ocurrió en la Argentina, no solamente después del 55 con la proscripción a Perón, sino que además en la década del 60, cuando gobernaba Frondizi, se anulaban las elecciones» cuando ganaba el peronismo con otros nombres.

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Parrilli enmarcó estas declaraciones en el contexto de lo que considera una «mafia judicial» que busca silenciar la voluntad popular a través de la condena a Cristina Kirchner. Para Parrilli, el objetivo central debe ser «Cristina inocente, Cristina libre», y considera que tanto el gobierno actual como el sistema judicial están «rompiendo el pacto democrático» establecido en 1983.

Las declaraciones de Parrilli exponen las tensiones internas del peronismo nacional y reflejan la compleja relación entre el kirchnerismo y las variantes provinciales del justicialismo, particularmente en distritos como Córdoba donde el peronismo local mantuvo tradicionalmente un perfil más independiente respecto de la conducción nacional del partido.

Perfil Córdoba