El Gobierno nacional sumó otra salida tras la renuncia de la titular de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), María Julia Cordero. Pese a que la principal versión es que cumplió con sus objetivos, se rumorea que pueda vincularse a la inminente fusión de la ANAC con el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA).
Cordero había sido designada al frente de ANAC en enero, tras haber ejercido el cargo de interventora desde el mes de julio. Sin embargo, habría presentado su denuncia el martes 20 de mayo, a solo cuatro meses de su nombramiento.
Durante su gestión se llevaron a cabo reformas que le permitieron a la Argentina sostener la Categoría 1 en Seguridad Operacional de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA) y superar las exigencias de parte de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Así, se alcanzó un 85,8% de cumplimiento en relación con las normas y procedimientos de Seguridad Operacional establecidos por dicho organismo.
En ese marco, desde la ANAC, dejaron trascender que la salida de Cordero responde a que “cumplió con los objetivos que se habían planteado en su desginación” y además “por cuestiones personales”.
Pero el cambio se da en medio de una serie de reformas que está llevando a cabo el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger. Estas incluyen la fusión de la ANAC y el ORSNA en un solo organismo, que abarcará también a la Subsecretaría de Transporte Aéreo.
Desde tiempo atrás, en la órbita de la actividad aerocomercial se sabía que Cordero no era la elegida para estar al frente del nuevo organismo, por lo que se preveía que presentaría su renuncia.
La intervención de la ANAC
Las reformas en este área datan desde julio pasado, cuando la Secretaría de Transporte dispuso la intervención de la ANAC por el plazo de 180 días, con el objetivo de elevar sus estándares de seguridad operacional, optimizar y digitalizar procesos administrativos y auditar sus últimos años de gestión.
Junto a esa decisión, el gobierno de Javier Milei desplazó al mendocino que estaba al frente del organismo, Gustavo Marón, y designó a María Julia Cordero como interventora del organismo descentralizado.
Según argumentaron desde el Gobierno en dicha ocasión, la medida surgió a raíz de la degradación regional de Argentina en materia de aviación civil. Por eso, le asignaron a Cordero las tareas de elaborar y elevar a la Secretaria de Transporte un informe del estado de situación del organismo; relevar la actual estructura del organismos y determinar una reorganización funcional y operativa; evaluar e informar sobre el estado financiero del organismo, e implementar cualquier otro mecanismo tendiente a agilizar y digitalizar los procesos del organismo.
MDZ