Javier Milei lanzó una criptomoneda sin liquidez y sospechada de fraude para «atraer inversiones» y encendió las alarmas en el equipo de Luis «Toto» Caputo porque creen que les puede complicar el acuerdo con el FMI.

La moneda es un token llamado Libra (LIBRA), de la red Solana. En las páginas especializadas en cripto ya la catalogaron como una «shitcoin», un término que se refiere a las criptomonedas «inútiles» que existen en el mercado.

Dos semanas atrás, el presidente recibió a un «empresario» que lo asesoró en blockchain e inteligencia artificial, pero resultó ser un completo desconocido en el sector, al punto que ni siquiera en Google había información sobre él.

El caso ya generó reacciones en la oposición: el radical Martín Lousteau y el peronista Juan Grabois pidieron que actúe la Justicia. «Señor presidente promover una empresa privada -que además pinta ponzi- desde el sillón de Rivadavia es una falta ética grave y probablemente un delito reprimido por el artículo 265 del código penal. Teléfono fiscales», posteó Grabois.

LPO