La columna que publicó Milei este sábado en el diario La Nación profundizó las diferencias con su ministro de Economía, Luis «Toto» Caputo. En ese texto, el Presidente volvió a negar el atraso cambiario, rechazó la posibilidad de devaluar y minimizó el impacto del déficit comercial cuando Caputo se desespera porque no sabe de dónde sacar los dólares que faltan y que cada semana que pasa debilitan más las reservas del Banco Central.
A través de su columna, Milei le respondió de manera bastante directa al FMI que pide devaluar, unificar el tipo de cambio y liberar el cepo para ir hacia un sistema de flotación de la moneda, similar al que se aplica en Chile, México, Uruguay o Perú. Y este es el punto de creciente fricción del Presidente con su ministro.
Caputo y su vice, el chileno José Luis Daza, están en este momento más cerca del manual ortodoxo del FMI, pese a que el ministro arrastra una mala relación con el organismo porque defiende la utilización de las reservas para intervenir en el mercado cambioario como hace ahora y como hizo con Macri.
Pero lo cierto es que el ministro le acercó a Milei durante la campaña, un extenso y detallado plan económico que armó con sus socios de la consultora Anker que comparte con Santiago Bausili y Federico Furiase.
En el informe, los economistas hicieron énfasis en tres variables que debían alinearse para unificar el tipo de cambio y eliminar el cepo: crawling peg, inflación y tasa. Cuando las variables estuviesen alineadas, sería el momento de avanzar con la unificación y liberación del cepo. «Esto ocurrió cuando la inflación bajó al 2 por ciento mensual y se alineó con el crawling que estaba al 2 por ciento, pero Milei no quiso avanzar en la unificación ni la salida del cepo», explicó a LPO un economista al tanto de las discusiones.
La relación entre ambos se empezó a envenenar cuando se disputaron el control de la ex AFIP, ahora ARCA, una pelea que incluyó carpetazos cruzados de inmuebles no declarados entre los hombres de ambos en el organismo.
LPO