Javier Milei le envió un mensaje muy sentido al hombre que, por un video, se había hecho viral. “Felicitaciones, muy real lo que decís!”, expresó. El problema es que el mensaje estaba dirigido a Dicky del Solar, que no es una persona, sino un personaje grotesco interpretado por el humorista Ezequiel Campa. Esa característica especial de mezclar ficción con realidad no es la única particularidad del Presidente. El papelón de haber promocionado desde su cuenta de redes sociales, el mismo medio que usa para comunicaciones oficiales, un token de «Libra», una criptomoneda fantasma, generando en pocos minutos un fraude de 70 millones de dólares, parece cruzar líneas y mete al discurso presidencial más allá de lo verdadero, lo verosímil, lo fantasioso y lo vidrioso desde el punto de vista legal. Esa impronta genera una inestabilidad sobre las decisiones presidenciales difícil de medir.

MDZ