En medio de una campaña legislativa caliente en la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri decidió salir al cruce de quienes cuestionan su gestión, el ex alcalde Horacio Rodríguez Larreta, y el vocero presidencial Manuel Adorni. Desde los micrófonos de Delta 90.3, en diálogo con Mauro Federico, el jefe de Gobierno porteño salió a responder críticas, reforzar su liderazgo dentro del PRO y marcar diferencias con quienes buscan disputar su territorio. 

PRO, LLA y la batalla por el votante porteño

Este año se renuevan 30 bancas en la Legislatura porteña, y el escenario electoral ha mutado rápidamente. El PRO busca retener su dominio histórico en la ciudad, mientras que La Libertad Avanza —con Javier Milei como figura omnipresente— intenta consolidarse como segunda fuerza y ganar peso legislativo. En este contexto, Macri sabe que no alcanza con gestionar: hay que hacer campaña, salir a defender lo hecho y plantarse frente a la crítica.

Desde la derrota nacional del PRO en 2023 y la alianza conflictiva entre Patricia Bullrich y Milei, la Ciudad se convirtió en uno de los bastiones donde el macrismo conserva poder institucional. Pero la convivencia con los libertarios es tensa. La presencia de Manuel Adorni como candidato a legislador por LLA —y vocero presidencial— fue leída por el oficialismo porteño como una jugada para poner en jaque al jefe de Gobierno. La relación entre ambas administraciones oscila entre la necesidad de coordinación y la puja por marcar perfil propio.

Jorge Macri: «La política necesita pasión, no motosierra»

En ese marco, Jorge Macri decidió tomar el “bastón de mariscal” que alguna vez evocó Cristina Kirchner para sus propios cuadros. Y lo hizo con una lógica clara: no solo blindar su gestión, sino reposicionarse dentro del universo PRO, donde Horacio Rodríguez Larreta (ahora escindido) intenta recuperar protagonismo.

Larreta, en la mira: «¿Cómo se debe sentir Quirós?»

Uno de los pasajes más punzantes de la entrevista tuvo como eje al exjefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta. Macri no escondió su malestar por las recientes declaraciones del dirigente, quien dijo que bajo la nueva administración “no se está haciendo obra pública”. “Me molestó que haya mentido con un dato clave. Dijo que hay cero obras, pero solo en educación hay 627. ¿Cómo se debe sentir Fernán Quirós?”, replicó con dureza.

Horacio Rodriguez Larreta

Pero no se quedó ahí. Cuestionó el giro discursivo de Larreta y lo acusó de falta de lealtad partidaria: “La palabra que más veces dijo Horacio es ‘yo’. Nadie hace todo solo. Si hubiese sido presidente, ¿se habría ido del PRO? No lo creo. Ahí hay algo mal procesado”.

Adorni, la motosierra y el desprecio por el oficio legislativo

El otro blanco fue el vocero presidencial Manuel Adorni, cabeza de lista por La Libertad Avanza en la Ciudad: “No se lo nota apasionado con la tarea, lo único que dice es ‘motosierra y Milei’. Eso no alcanza. En un debate hablás de cerrar lugares frente a periodistas que trabajan ahí. Es una lógica agresiva”.

Manuel Adorni

El jefe de Gobierno contrastó esa actitud con la de su candidata estrella, Silvia Lospennato, a quien elogió sin matices: “Ella representa los valores del PRO. Es sólida, conoce la ciudad y tiene ganas de hacer ese trabajo. No usa la Legislatura como un trampolín”. La mención también fue un tiro por elevación a otras figuras libertarias que, según Macri, “no tienen interés genuino en legislar”.

La estrategia del PRO en la Ciudad pasa por mostrar madurez institucional frente a la impronta disruptiva de los libertarios. En esa línea, Macri insistió: “Hay que trabajar en serio. Estamos impulsando un proyecto contra las mafias de trapitos. Hoy te aprietan y se te ríen en la cara. Queremos que eso cambie”.

Seguridad, adicciones y crítica a la ley de salud mental

Macri también aprovechó para desplegar su agenda de gestión y dar señales hacia el electorado más conservador. En materia de seguridad, volvió sobre un reclamo recurrente: la necesidad de modificar la ley de salud mental. “Si tenés un brote psicótico y no levantás la mano, el Estado no puede intervenir. Eso hay que cambiarlo. Está en tratamiento hace tiempo”, aseguró.

Jorge Macri

Respecto a las personas en situación de calle, diferenció entre “gente que acepta ir a los paradores” y “otros casos que repiten mentiras sobre robos o maltrato”. Fue un discurso duro, alineado con un sector del electorado que reclama mano firme pero también respuestas concretas.

Mauricio, Riquelme y Caruso: humor y señales

En medio de tanta tensión política, Macri se permitió algunos guiños más distendidos. Dijo tener con Mauricio Macri una “regla tácita de no agresión” y la comparó con el código no escrito de los superclásicos futboleros: “No se calienta el partido tan cerca de la fecha”. Y hasta se metió en la interna boquense: “Ojalá Riquelme se quede muchos años más en Boca”, disparó, en un gesto que puede leerse tanto como chicana como diplomacia familiar.

También celebró la irrupción de figuras como Ricardo Caruso Lombardi en la política: “Me divirtió verlo. Se necesita energía nueva, pero también compromiso con las reglas”. Fue su manera de equilibrar crítica e ironía frente al fenómeno de outsiders que pisan fuerte en los medios y en las redes.

por R.N.

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