Los renacuajos no tienen prácticamente estructura ósea. Son un conjunto de órganos blandos. Por eso, los investigadores se sorprendieron de la buena conservación con la que hallaron el fósil del renacuajo más antiguo de todos los tiempos en sitio paleontológico La Matilda, en Santa Cruz.
Este renacuajo prehistórico tiene nada más y nada menos que de 161 millones de años. Este descubrimiento marcó el origen de las familias de los sapos y las ranas, más técnicamente los anfibios anuros.
“Hasta el momento, no se conocían renacuajos para ranas tan antiguas por lo cual algunos investigadores postulaban que podría haber llegado a tener un desarrollo directo al adulto”, explicó Mariana Chuliver, doctora en biología especializada en herpetología de Fundación de Historia Natural Félix de Azara. El otro impulsor de este descubrimiento es Agustín Scanferla, paleontólogo e investigador del Conicet en la fundación con sede en la Universidad Maimónides.
“Por la preservación del esqueleto branquial, ahora sabemos que tenía una alimentación filtradora. A través de una bomba, los renacuajos succionan agua y filtran partículas de alimento”, explicó la investigadora.
Si bien, el hallazgo fue durante el 2020, hace apenas algunas horas fue publicado en la publicación Nature y será exhibido en el Museo Argentino de Ciencias Naturales.
MDZ