En un contexto de creciente preocupación, después que el gobierno nacional, liderado por el presidente Javier Milei, solicitó al Subsecretario de Recursos Hídricos de la Nación, Dr. Andrés Rodríguez, un proceso de achicamiento y reestructuración del Instituto Nacional del Agua, los trabajadores del INA a nivel nacional, a través de un comunicado oficial, han expresado su preocupación por el futuro del organismo descentralizado, que lleva más de 50 años desempeñando un papel fundamental en la investigación, desarrollo y preservación de los recursos hídricos en Argentina.

«La situación es grave y si bien se está en una etapa de negociación, la incertidumbre es total», aseguró en diálogo con DIARIO HUARPE Leandro Salvioli, actual responsable del Instituto Nacional del Agua en San Juan (INA CRAS). «En este proceso, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzzeneger, fue muy claro, la negociación es para la transformación, achique y reestructuración de todo el organismo»  reveló y luego dio detalles de lo que está sucediendo.

Leandro Salvioli.

Un cambio profundo

La reestructuración que está llevando a cabo el gobierno nacional incluye la posible transferencia de los Centros Regionales del INA a las provincias, lo que genera temor entre los trabajadores y los investigadores, porque esos traspasos significarían poner en duda la continuidad de sus investigaciones y la independencia de la institución.

«Por lo que nos han comentado, la idea de Nación es mantener el polo del INA en Ezeiza, y los cuatro centros regionales que hay en el país, negociarlos con las provincias donde están ubicados. También se está hablando de que los dos laboratorios que tiene el INA en Ezeiza, se podrían privatizar. Es decir, es una situación sumamente delicada”, expresó Salvioli.

El organismo nacional cuenta con cuatro centros regionales clave distribuidos en diferentes puntos del país: el Centro Regional Litoral de Santa Fe, el CIRSA de Córdoba, el CRAS de San Juan y el CRAS de Mendoza.

Salvioli explicó que las conversaciones están en curso con autoridades provinciales, pero los detalles son escasos. “En Mendoza, por ejemplo, el Departamento General de Irrigación se ha mostrado dispuesto a aceptar al personal del centro regional, pero solo a la planta permanente, excluyendo a los contratados y becarios», detalló. «En Santa Fe, la respuesta ha sido negativa con el gobierno provincial, asegurando que no está en condiciones de asumir la responsabilidad de gestionar el centro regional. Y en San Juan, aunque sabemos que la recepción fue positiva, aún no se han revelado detalles sobre el posible traspaso».

La independencia científica en juego

Uno de los aspectos más preocupantes para los investigadores del INA, es la posible pérdida de independencia en la producción científica y técnica, lo que afectaría la calidad de las investigaciones.

«Creemos que la ciencia y la técnica deben ser independientes, especialmente en el campo de los recursos hídricos», subrayó Salvioli. En su opinión, ser parte de un gobierno provincial podría condicionar los estudios e informes científicos, que deben basarse en la realidad objetiva y no en intereses políticos o económicos.

Vale recordar que el INA ha jugado un rol crucial en la comisión evaluadora de impacto ambiental minero en la provincia de San Juan, lo que demuestra la importancia de su independencia para garantizar la veracidad de los informes.

«Ser investigador de una provincia implica riesgos de sesgar la información en función de las políticas locales. La independencia es fundamental para mantener la calidad de la investigación», explicó el responsable del instituto.

San Juan: centro clave para el estudio de agua subterránea

El INA CRAS de San Juan es uno de los centros más importantes del país, ya que es el único en Argentina especializado en el análisis de la calidad del agua subterránea, un recurso vital para la región.

Hoy, el Instituto tiene una planta permanente de 15 personas, tres de las cuales están en proceso de jubilación, tres contratos por ley marco, una a través de una fundación, y dos becarias.

“El desafío es mantener la independencia científica mientras enfrentamos este proceso de reestructuración y posibles recortes”, manifestó Salvioli. «Vamos a luchar para que no nos quiten eso como sociedad, porque la independencia científica es fundamental”.

Un futuro incierto para la ciencia hídrica en Argentina

Hoy, sin lugar a dudas, el Instituto Nacional del Agua se encuentra en una encrucijada. Si bien el gobierno nacional asegura que el proceso de reestructuración es necesario, muchos temen que la calidad de la ciencia hídrica en Argentina se vea comprometida. La falta de transparencia y de plazos concretos en las negociaciones solo aumenta la incertidumbre. «Queremos seguir siendo un instituto de ciencia y técnica al servicio de las políticas hídricas del país, no convertirnos en una consultora», concluyó Salvioli, haciendo un llamado a la reflexión sobre el futuro del INA y su papel en la gestión del agua en Argentina.

Diario Huarpe