La Fundación Humanitaria para Gaza, organismo respaldado por Washington y Tel Aviv, informó la suspensión indefinida de su reparto de ayuda en la Franja de Gaza. La razón: una concentración desbordante de personas que puso en riesgo la seguridad de los operativos en terreno.
Aunque el grupo negó episodios de violencia durante la última jornada de distribución, explicó que el colapso en los puntos de entrega llevó a tomar esta medida preventiva. “No hubo incidentes, pero la multitud hizo imposible continuar de forma segura”, comunicaron oficialmente. En simultáneo, los centros de entrega permanecen cerrados y se recomendó a la población no acercarse hasta nuevo aviso. La reapertura será anunciada por las redes sociales oficiales de la organización.
El día anterior, GHF había reactivado dos centros en el sur del enclave, luego de pausas técnicas destinadas a mejorar la eficiencia. Sin embargo, la situación en la zona sigue marcada por los riesgos. En los primeros días de presencia de la fundación en Gaza, testigos denunciaron disparos de soldados israelíes hacia civiles cerca de los centros de ayuda, hechos que habrían dejado más de 100 muertos. El Ejército israelí reconoció haber abierto fuego cerca del punto ubicado en Tel al Sultan, alegando que algunos ciudadanos se desviaron de las rutas permitidas.
Frente a estos incidentes, la fundación aclaró que no se responsabiliza por lo que ocurra fuera de sus instalaciones, recordando que el área continúa siendo una zona de combate. Por su parte, el ejército israelí estableció un nuevo horario de circulación para recibir ayuda: solo entre las 6 y las 18 horas. Fuera de ese rango, advirtieron, desplazarse podría ser mortal.
En cuanto al avance de la distribución, GHF informó haber entregado 26 camiones de alimentos en sectores del sur como Tel al Sultan y el barrio Saudí, repartiendo cerca de 1,4 millones de raciones. No obstante, la asistencia aún no ha alcanzado el norte de Gaza, donde se estima que sobrevive más de un millón de personas, la mayoría en la capital.
La GHF fue habilitada para operar en reemplazo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, luego de acusaciones israelíes —nunca confirmadas— sobre supuestos robos por parte de Hamas. La directora del organismo de Naciones Unidas, Cindy McCain, desmintió las denuncias y señaló que el problema radica en la desesperación de una población famélica: “No es crimen, es hambre”.
Diario Huarpe