El gobierno de Estados Unidos amplió la lista de exmandatarios y funcionarios latinoamericanos con prohibición de ingreso. Dentro de esta lista se incluyó recientemente a Cristina Fernández de Kirchner y su exministro Julio De Vido. Esta decisión tiene que ver con un mecanismo de sanción para personas con causas de corrupción y que hayan atentado contra los derechos humanos en sus respectivos países, alineándose con la estrategia de sancionar a quienes considera responsables de prácticas antidemocráticas.

Entre los líderes incluidos en la lista se encuentran el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro; el mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega; los expresidentes de Cuba, Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel; el exmandatario paraguayo Horacio Cartes; y el ex presidente panameño Ricardo Martinelli. También figuran la exmandataria argentina Cristina Fernández de Kirchner y su exministro Julio De Vido, así como el expresidente ecuatoriano Rafael Correa y su exvicepresidente Jorge Glas.

Con esta medida, Washington busca incrementar la presión sobre los involucrados, responsabilizándolos por su presunta participación en actos ilícitos y políticas que, según Estados Unidos, socavan el Estado de derecho. Además de la restricción de ingreso, algunos de los sancionados podrían enfrentar congelamiento de activos y limitaciones en el acceso al sistema financiero internacional.

Las autoridades estadounidenses sostienen que estas medidas forman parte de un esfuerzo por fortalecer la democracia y la transparencia en la región.

Mientras algunos gobiernos afectados califican la medida como una intromisión en sus asuntos internos, sectores opositores consideran que refuerza la lucha contra la corrupción. Con esta decisión, Estados Unidos deja en claro su postura frente a los regímenes y figuras políticas de la región, lo que podría repercutir en el panorama diplomático latinoamericano.

Diario Huarpe