El peronismo bonaerense está en plena ebullición. En medio de la crisis de representación que atraviesa el movimiento, y bajo el peso de una derrota nacional que aún resuena, algunos intendentes comienzan a mover fichas para salirse del corsé del kirchnerismo y del aparato que hoy comanda Axel Kicillof. El intendente de Tigre, Julio Zamora, dio un paso al frente con una consigna que impacta directo en el corazón del peronismo tradicional: “Con el peronismo no alcanza”.

La frase no es solo un titular: sintetiza la mirada crítica de un sector del PJ que se siente desplazado tanto por La Cámpora como por el oficialismo bonaerense y que busca reconstruir poder desde el territorio, apelando al músculo municipal, la historia militante y la cercanía con los problemas concretos de los vecinos.

En una entrevista en Delta 90.3, Zamora planteó con claridad su diagnóstico: “Este Gobierno se da de cabeza contra toda la historia argentina y peronista. Con el peronismo no alcanza. No debe conformar, debe confluir”. Y remarcó que su rol como intendente también es “influenciar en la agenda pública y generar una herramienta política que se anteponga a este Gobierno de Milei”.

Pero el jefe comunal de Tigre fue más allá. Con respeto hacia Cristina Kirchner pero con dureza hacia su entorno, afirmó: “Respeto mucho a la ex Presidenta. Un sector de La Cámpora, que no tiene dirigente con representación, la están utilizando”. Y dejó en claro su postura aperturista: “Con algunos sectores compartimos el dejar atrás la cuestión del enfrentamiento sin sentido. Primero están los intereses de la Patria”.

Ese llamado al pragmatismo y a la reconstrucción tuvo su correlato en una cumbre política celebrada en el centro de Tigre, donde Zamora reunió a dirigentes de peso de la primera sección electoral bonaerense. Participaron, entre otros, Carlos “Tato” Brown (exintendente de San Martín), Juan Zabaleta (exintendente de Hurlingham), Gustavo Aguilera, Jorge Mangas (Tres de Febrero), concejales, sindicalistas y referentes sociales.

La convocatoria fue clara: construir una opción política frente al gobierno de Javier Milei, que no se limite a repetir viejas fórmulas ni a encerrarse en la rosca partidaria. “Nos convocamos para formar una opción a las políticas del Gobierno de Milei. La prioridad es salvar a la patria de lo que está pasando. Hay mucha gente que se está quedando afuera”, dijo Zamora. “Impulsamos un espacio de diálogo amplio, sin liderazgos indiscutidos, con referentes del peronismo y de otros sectores”.

Los pilares del espacio son tres: escuchar, debatir y construir. “Queremos crear mesas organizativas que integren a jóvenes, mujeres, trabajadores, jubilados y organizaciones de base. La unidad, como dice el Papa Francisco, siempre es más fuerte que las paredes”, señaló el intendente.

Desde la misma línea, Juan Zabaleta marcó que el peronismo “empezó a estar muy lejos de la sociedad”, dominado por una “agenda de la interna política”. Y sumó: “Desde aquí, junto a Zamora, Fernando Gray (tercera sección) y Guillermo Britos (cuarta sección), queremos estar al lado de la gente. Julio es un referente muy importante en toda la provincia”.

Carlos “Tato” Brown también respaldó la iniciativa: “Estamos viendo que las cosas se están complicando. El país necesita una estructura de peronismo que mire al futuro y reconozca errores. La clave es producción y trabajo, y para eso hay que integrar a otros sectores”.

La reunión sirvió, además, para poner en palabras un malestar compartido: el vaciamiento del Partido Justicialista como herramienta de participación. Jorge Mangas lo expresó con crudeza: “Parece que el PJ quedó en manos de unos pocos, cada vez más lejos del sentimiento popular. Es necesario generar un espacio político propio que represente el verdadero sentido del peronismo”.

El diagnóstico es compartido por Gustavo Aguilera: “El pueblo argentino no se hizo mileísta. Es consecuencia de nuestros errores. Por eso es bueno que podamos discutirlo”. Para todos los presentes, el punto de partida es claro: no se trata de negar la identidad peronista, sino de resignificarla, reconectarla con la ciudadanía, abrirla a otros sectores y evitar que sea secuestrada por estructuras que ya no representan.

La primera sección electoral bonaerense —que incluye 24 municipios como Tigre, San Isidro, Pilar, José C. Paz y Tres de Febrero— es clave para cualquier armado con aspiraciones reales de poder. Y es ahí donde este nuevo polo pretende crecer: sin centralismo platense ni verticalismo camporista, pero con capacidad de gestión, territorialidad y una mirada integradora.

Zamora, Zabaleta, Gray, Britos y otros jefes comunales parecen decididos a tomar distancia del binomio que ha dominado el espacio en los últimos años —Cristina Kirchner y Axel Kicillof— para ensayar algo diferente: una tercera vía peronista, nacida en el conurbano, sin épica, pero con vocación de poder.

por R.N.

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