Francisco lo hizo de nuevo, esta vez ante periodistas, esa “raza de personas” entrenadas para interpretar. El Papa dejó el discurso que tenía preparado, improvisó unas palabras y dejó un claro mensaje. Sucedió durante la primera convocatoria del Jubileo de la Esperanza en Roma, dirigida a “El Mundo de la Comunicación”. En ese marco, el sábado 25 de enero el Papa se encontró con periodistas y comunicadores en el Aula Paulo VI.
Previamente a la llegada del Pontífice, la periodista y Premio Nobel de la Paz en 2021, María Ressa, en un sentido y apasionado discurso alentó a los miles de colegas que la escuchaban, a trabajar por construir confianza en una sociedad fracturada. A la periodista filipina, le siguió el escritor irlandés Colum McCann que reflexionó sobre el poder de las historias para comunicar esperanza.

En la espera del encuentro con el Papa, el violinista italiano Uto Ughi acompañado de una orquesta, interpretó la música de Astor Piazzolla. Acabado el concierto, cuando todavía quedaba flotando en el ambiente la música del compositor argentino, adelantándose casi una hora al horario previsto, entró Francisco. Ante comunicadores venidos de 138 países, ansiosos por escuchar, el Papa anunció que el discurso tenía 9 páginas que podrían leer más tarde. Justificándose con que cercanos al mediodía los estómagos “empiezan a protestar”, optó por decir en pocas palabras dos ideas que se corresponden: “Comunicar es salir de uno mismo para dar algo al otro, pero la comunicación no es sólo la salida sino también el encuentro con el otro.” La segunda idea estuvo en sintonía con los discursos de Ressa y McCann: Francisco reforzó el valor constructivo de la comunicación cuando dice la verdad, pero llevó la reflexión más lejos desafiando al auditorio con una pregunta: “¿Eres verdadero?”.
Discurso del Papa Francisco en Audiencia Jubilar
Paralelamente a los comentarios que atribuyeron a la débil salud del Pontífice la decisión de no pronunciar el discurso, entre las filas de asistentes empezó a circular el Papa. Saludó a uno por uno, deteniéndose con quién tuviera un regalo, una foto, un pedido. Tres minutos invirtió Francisco en hablar y 50 en estar con las personas. Un gesto que hizo del evento central del Jubileo del Mundo de la comunicación un encuentro verdadero.

* Clara Fontan. Periodista. Magister en Gestión de la Comunicación en las Organizaciones.
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