Frente a la primera plana del Poder Ejecutivo nacional y ante empresarios y representantes del mercado de capitales, el histórico dirigente de la entidad bursátil habló esta noche en el marco del 171 aniversario de la institución. «Aquí se canalizaron esperanzas, inversiones, decisiones de riesgo, siempre pensando en el futuro del país, porque eso es, en esencia, el mercado de capitales», dijo, al que calificó como «una herramienta que transforma el ahorro en inversión, ideas en empresas y el trabajo en progreso».
Luego se refirió a la presencia de Milei en el evento. «Recibir hoy al señor Presidente de la Nación en este aniversario no es solo un honor institucional. Es también un gesto simbólico que reconoce la importancia del diálogo público privado, el respeto por las instituciones y la convicción de que ningún país puede desarrollarse sin un mercado financiero sólido, transparente y fundamentalmente previsible», afirmó.
A continuación, Gabbi habló sobre el rumbo de la política y lanzó una crítica directa a quienes antecedieron al gobierno actual. Si bien consideró que es «inevitable» cometer errores en cualquier ámbito de la vida, también remarcó que «es imperdonable insistir con las mismas políticas sabiendo que son erróneas».
Durante el breve discurso que brindó esta noche, el presidente de la Bolsa de Comercio desligó al mandatario actual de los problemas del pasado y dijo valorar que la gestión actual «logró que la sociedad entienda que no se puede vivir con un agujero fiscal» y destacó «su defensa férrea del equilibrio público de la Nación», incluso, dijo, aunque el mandatario esté «pagando altos costos políticos».
En línea con la narrativa libertaria, Gabbi también dijo estar «ilusionado» por pensar «se está ganando la batalla cultural contra los controles compulsivos de precios, la suba de impuestos en forma irracional, el ataque a la meritocracia, el distribuir lo que no se tiene, el endeudarse sin respaldo, en los cepos cambiarios y, sobre todo, en elegir socios traicioneros».
También se refirió al respeto de la división de poderes, lo que consideró como «no solo una norma institucional» sino también «garantía de equilibrio» y un «límite al abuso» de una «democracia sana donde nadie puede estar por encima de las reglas». Para una república fuerte no hace falta «unanimidad», sino «poderes que se controlen mutuamente». En ese sentido, destacó al Presidente que «aunque a veces juega al límite, nunca dejó de valorar la institucionalización y al división de poderes«.
El dirigente bursátil recalcó que la Bolsa representa a cientos de empresas, trabajadores, inversores y emprendedores «que creen en la Argentina, que invierten todos los días, incluso en la incertidumbre, por un futuro mejor para todos». Y si bien reconoció que a nivel país «los desafíos son grandes», también consideró que «el potencial de nuestro país es aún más» grande. Para ejemplificar, se refirió al rol de YPF y su capacidad a futuro.
Adelmo Gabbi destacó los números macro del Gobierno, pero pidió «debatir la microeconomía»
«No estamos acá para elogiar a un gobierno», dijo, aunque aclaró»: «Tampoco para criticarlo». «Estamos acá para renovar nuestro compromiso con la transparencia, con el progreso y con la convicción de que cuando el sector público y el privado encuentran puntos de encuentros ganan el país entero», resaltó.
Al hablar del rumbo económico, no dudó en transmitir su respaldo a la administración actual. «Los números no opinan, solo describen la realidad de un momento determinado. Pasó solo un año desde su última visita. Y podemos citar un montón de números que está en el camino correcto», aseguró Gabbi y añadió: «Ya no debatimos el rumbo macroeconómico ni se cuestiona el éxito. Por suerte, lo que se discuten son las formas y el ritmo, pero de ninguna forma el camino».
Para Gabbi, luego de haberse ordenado la macroeconomía, ahora «empieza el verdadero desafío» que es «el debate microeconómico». «Ahí es donde nosotros, como empresas privadas, tenemos un rol absolutamente clave», aunque también pidió que el Estado «siga aliviando la carga tributaria», a lo que pidió que se sumen también las provincias y municipios, en sintonía con el reclamo de la Nación hacia gobernadores e intendentes. «La Justicia debe garantizar que un acuerdo laboral no se convierta en un castigo eterno para las empresas», añadió.
El presidente de la Bolsa habló también de la inflación, a la que consideró como «la mayor estafa a la clase trabajadora» ya que «los más pudientes logran cubrirse pero los más vulnerables sufren su poder destructivo».
«En época de estabilidad, el destino del sector privado depende de nosotros mismos», dijo y llamó a «hacer lo que mejor sabemos hacer», que es «trabajar, emprender y comprometernos con la sociedad». Además, pidió aspirar a una economía que «compita en beneficio de sus ciudadanos» y entender «que el consumo sin inversión, no genera desarrollo sino apenas un rebote económico». «Es ahí donde el mercado de capitales juega un rol esencial en esta nueva Argentina, al ser el vehículo natural para el financiamiento a mediano y largo plazo», continuó.
Por otro lado, Gabbi habló de informalidad económica, a la que consideró como «un pecado previsional, laboral y una competencia desleal para nuestro sistema». Según afirmó, el motivo de que la economía informal sea más grande que la forma es «porque castigamos en exceso a quienes eligen operar dentro de la ley», lo cual consideró como la «batalla cultural que se viene» que «no es devaluar para ser más baratos, sino más eficientes».
Sobre el final, antes de dejarle la palabra a Milei, le transmitió al mandatario «los principales mandamientos bursátiles», entre los que enumeró a «la libertad de decisión sin afectar la del prójimo», el «respeto irrestricto a la propiedad privada», las «reglas claras y estables» y la educación como «el verdadero motor de la movilidad social». También resaltó la tolerancia, el respeto, la diversidad de pensamiento y la información relevante, que debe ser «confiable y accesible, pero para todos en el mismo tiempo». Luego remarcó también a los incentivos «deben estar alineados», el mérito premiado y el robo condenado.
Por último, le agradeció al mandatario. «Tuve que esperar la etapa última de mi vida para ver a mi país, este que elijo cada día, con 18 meses de superávit fiscal, respetando los compromisos asumidos, dándome la posibilidad de hablar con mis nietos de hablar del significado de la libertad, el mérito y el respeto como lo hacía mi abuelo«, concluyó.
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