El fuego cruzado en la seguidilla de sesiones de las últimas semanas fue el caldo de cultivo para el roce recargado entre los halcones que responden a Rodrigo de Loredo y los lugartenientes de Martín Llaryora. Las acusaciones y las amenazas de apartamiento –estas últimas, por ahora, encapsuladas– proyectan un encontronazo mayor si se tensa la rosca legislativa.
Los halcones de la UCR que responden a De Loredo acusaron al oficialismo de cruzar “un límite” con el “destrato” –en términos personales– a Matías Gvozdenovich y Miguel Nicolás. Los radicales reaccionaron impulsando dos cuestiones de privilegio: una, dirigida a la presidenta de la Unicameral, Myrian Prunotto (ya acumula dos), y la otra contra Nadia Fernández (vicepresidenta del cuerpo). En el oficialismo retrucan con la crítica de que la oposición cambiemista busca montar “un show” y “un circo” en cada plenario.
La cuestión de privilegio de Alejandra Ferrero (UCR) por el “destrato” de Fernández a Nicolás se produjo en la última sesión. Su moción no alcanzó los 2/3 de los votos para su aprobación y se derivó a la Comisión de Asuntos Constitucionales, donde ya se acumulan tres, al menos.
Según indica la dinámica legislativa, todas terminan “cajoneadas” y se diluyen con el paso del tiempo, pero se trata de un llamado de atención que puede derivar en una sanción, debido a que puede afectar la dignidad y la integridad de la Cámara o de un legislador en su representación. Es un recurso que se utiliza en última instancia, cuando algo se salió de control.
“Es poner un límite a los atropellos del PJ”, afirmó la deloredista a Perfil Córdoba. Esto derivó en un fuerte malhumor entre los peronistas y amenazas de apartamientos de dos opositores que –por ahora– se mantienen bajo fondo, pero si se tira más de la cuerda podría desatar un encontronazo. O, peor aún, que estalle “la rosca legislativa”.
Reclamo opositor
“Me sentí agraviada por el trato que se le dio al legislador Nicolás, se lo acusó de machirulo, de discriminador, de pretender disciplinar la Cámara, cuando lo único que hizo fue disentir, opinar, pero los cordobeses deben saber que en esta Cámara ya no se resuelven los problemas de los cordobeses, es más ni siquiera se discuten”, lanzó Ferrero en su reclamo contra Fernández, a quién le reprochó “combatir” el género cuando promovió su exclusión de Labor Parlamentaria.
La deloredista demandó que se discuta de política “con altura” en el recinto y “se dejen de lado” las descalificaciones personales, porque “no profundicé en sus contratos irregulares y nadie salió a descalificarla, pero no voy ni vamos a permitir una nueva censura ni un nuevo atropello”, advirtió. “Estamos ahí legitimados por el voto popular y nos vamos a hacer escuchar”, concluyó.
Esta áspera fricción, que puede traer nuevos capítulos entre deloredistas y peronistas, se inició en la penúltima sesión, cuando Nicolás impulsó una cuestión de privilegio contra Prunotto por “la arbitraria conducción del pleno, cercenando la palabra a la oposición y concediendo privilegios al bloque oficialista”. “El abuso y el maltrato institucional por parte de la vicegobernadora ha sido una constante desde que asumió este periodo”, expresó el bloque conducido por Gvozdenovich.
No es el único planteo formal que existe contra la vicegobernadora por el mismo motivo. El legislador Rodrigo Agrelo tiene “cajoneada” su iniciativa en Asuntos Constitucionales. Al salir al cruce de voces oficialistas que rechazan el accionar opositor, el vecinalista afirmó que “si puede haber contra Prunotto una cuestión de privilegio y contra cualquiera que afecte la plenitud del ejercicio de la función del legislador, sea este o no miembro del Poder Legislativo”.
“La vicegobernadora a veces tiene su propio reglamento y lo usa sólo con los opositores”, cuestionó Agrelo. Desde el entorno de la titular de la Unicameral manifestaron que “la vicegobernadora se limita siempre a lo que dice el reglamento”. “Jamás se salió de eso”, sostuvo un interlocutor de su círculo próximo en su escueta respuesta.
Dos opositores, en la mira
Rápidos de reflejos, desde el bloque PJ devolvieron el golpe, aunque no asomó a la superficie. Por ahora. En el oficialismo pusieron la lupa sobre las imputaciones de Carlos Briner (UCR) y Gloria Pereyra (Frente Cívico). Boinas blancas calificaron de “apriete” al contragolpe peronista, pero no habrá marcha atrás en las demandas deloredistas.
Algunos legisladores del PJ son de la idea de fogonear sus apartamientos de la Cámara hasta tanto se resuelva su situación judicial. Se trata de “devolución de gentilezas” por la embestida opositora contra Oscar González y Patricio Serrano (en el período pasado) y de Martín Gill, más cerca en el tiempo.
Cabe recordar que el radical quedó imputado de homicidio culposo por un choque fatal. Su camioneta terminó impactando sobre el auto de una mujer que habría intentado girar en U y falleció en el accidente. En tanto, la juecista afronta una imputación por homicidio culposo agravado por la muerte de dos operarios en una obra de desagüe cuando ella era intendenta en Villa Dolores.
“Ellos piden juicio político, expulsiones, pero cuando se trata de uno de ellos no dicen nada de nada”, contraatacó una voz oficialista. “Fingen demencia”, aportó otro interlocutor del mismo palo. En el PJ opinaron que lo de Nicolás y Ferrero “son cruces” y “no es para tanto”, pero señalaron que “lo de Pereyra y Briner es delicado”.
Suoem escala el conflicto y juega la carta provincial: busca arrinconar a Llaryora
“Tienen una situación delicada porque están imputados. Y la Cámara, si quiere, puede aplicar reglamento y apartarlos”, razonó un peronista. “Son imputaciones, no son procesamientos”, refutó un opositor. En medio de la fricción constante que atenta contra apaciguar las aguas de la rosca legislativa, en el oficialismo advirtieron que los halcones radicales “deberían bajar el tono de la confrontación”.
A menos de dos meses del siniestro, Briner se reincorporará a su banca en la sesión del 2 de julio, según confirmaron dos fuentes a Perfil Córdoba. Será en el último plenario antes de entrar en el receso de invierno. Las vacaciones pondrán una pausa en el fuego cruzado entre halcones cambiemistas y espadas oficialistas.
A la vuelta, con la Cuenta de Inversión del Ejercicio 2024 del Estado provincial volverá la tensión recargada. El PJ busca ralentizar su debate, mientras que la oposición fogonea su discusión. El halconismo juecista ya adelantó su rechazo categórico con duras críticas.
Perfil Córdoba